Orofino (antes de que nadie lo pregunte, es su apellido) nos contó ayer que estaba de pie muy quieto en una tienda y una niña le confundió con un maniquí. Por muy quieto que estés... ¿¿Cómo es posible que te confundan con un trozo de plástico?? Aparte de absurdo, supongo que es de esas cosas que uno no sabe si tomarse a bien o a mal...
PD. Disculpen la chapucería de la tira, parece que en estas dos semanas se me ha olvidado dibujar.
sábado, 13 de septiembre de 2008
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1 comentario:
Sí, parece que has dibujado con el boli metido en el ojal! XDDD
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